La experiencia de lois creyentes.
PABLO
Católico practicante. 24 años
"La religión la mamas de chico"
Pablo se declara católico practicante y costalero. Y atribuye la responsabilidad de esa condición a la tradición familiar, al modo en que fue educado. Pero reconoce que ni cree ni respeta todo lo que recomienda la Iglesia.
"Mis padres son católicos practicantes. Desde primero de EGB estuve en un colegio de curas, donde íbamos a misa con mucha frecuencia. La religión la mamas de chico", afirma este alumno de Derecho.
A los 16 años ingresó en la cofradía de la Soledad de San Jerónimo, de la que su abuelo era hermano mayor. Hoy es secretario de la hermandad y costalero. "La religión está presente todos los días en mi vida. Voy todos los domingos a misa. No me cuesta ningún esfuerzo; a veces hasta lo necesito. Si hay actos de la cofradía y escucho dos o tres misas por semana, no me importa".
Pese a tanto fervor, Pablo guarda las distancias con la Iglesia en muchos asuntos, y uno de ellos es la moral sexual. En cuanto al veto a las relaciones sexuales antes del matrimonio y a los anticonceptivos, es tajante: "Eso no lo comparto. No lo puedo compartir".
Otro ejemplo de esa distancia es su rechazo a la reciente pastoral en la que el Episcopado culpaba del aumento de la violencia doméstica a la revolución sexual. "Como católico practicante, lo que digan los obispos no me parece fundamental. No le presto mucha atención -asegura-. La Iglesia está formada por personas y se equivocan muchas veces, pero eso no me supone un enfrentamiento con la Iglesia. La fe se basa en la palabra de Cristo y cada uno la interpreta como más le conviene".
En su opinión, hay más jóvenes católicos de lo que parece, pero muchos lo ocultan o, al menos, no alardean de su condición. "Mucha gente lo hace pero no lo dice. Por miedo a que los demás se rían: ¿Vas a misa? Ya está el beato... La juventud está más pendiente de la fiesta, de los amigos. Pero, aunque parezca mentira, hay muchos jóvenes comprometidos con la Iglesia. Hay parroquias que están plagadas de gente joven. La Semana Santa es un ejemplo".
ANTONIO
Católico no practicante. 21 años
"No creo en las milongas de curas"
Para Antonio, que se define como católico no practicante, el grado de cumplimiento de los preceptos religiosos está relacionado con el entorno en que uno se mueve, pero no tiene que ver con las creencias íntimas de la persona.
"Cuando era chico era practicante. Estaba en un colegio que hacía mucho hincapié en la religión. Pero ya pasé al instituto público y la religión quedó en un segundo plano. Depende del ámbito donde te mueves; te dejas guiar por lo que hace todo el mundo. Mis amigos tampoco son practicantes", se justifica.
A su juicio, la falta de religiosidad pública no es incompatible con una creencia firme. "Soy creyente. Tengo fe en Dios. Pero dentro de mí: no me hace falta ir a la iglesia para tener fe. No voy porque lo que me han enseñado lo he aprendido de chico y porque me lo repitan no voy a tener más o menos fe", argumenta.
"No me gustan las milongas que te cuentan los curas", reconoce después. Por ejemplo, las prohibiciones en materia sexual: "Según el nivel de creencia o religiosidad, uno se las toma más o menos en serio. Yo me considero creyente a pesar de tener relaciones antes del matrimonio. No creo que dejes de ser creyente por eso".
Antonio, que también estudia Derecho, coincide con Pablo en que ir a misa "no está de moda". "La mayoría de la gente lo ve como algo aburrido, algo anticuado... Quizá deberían modernizarlo...", afirma. Pero luego se lo piensa un poco mejor y añade: "Aunque yo creo que no hay manera de modernizarlo. Eso está ahí y quien quiera lo acepta y quien no, no".